lunes, 22 de junio de 2009

A SALTOS AGIGANTADOS



No salió de alguna película de World Disney ó de la imaginación de Steven Spielberg; no es mito, pero tampoco leyenda; impresiona; atemoriza; alimenta; nace, crece, se reproduce y muere, asì, como cualquier otro ser vivo, es la desconocida Rana Goliat.

La Counraua goliath, ó, mejor conocida como Rana Goliat se encuentra entre la Cuenca de Sanaga, Camerún del norte, y el río Benito, en la República de Guinea Ecuatorial del sur. Es la rana más grande, hasta ahora encontrada, con apróximadamente 76 a 80 cm de longitud, entre la naríz y las patas, puede llegar a pesar hasta 3 kg y en un solo salto alcanza distancias de 3 metros.

Este animal de saltos agigantados prefiere habitar los rápidos y cáscadas de rios con fondo arenoso y límpio y aguas ricas en oxígeno, donde se reproduce satisfactoriamente adjuntando los cientos de huevos puestos a la vegetación en la parte inferior de los rios.

Se dice que para su apareamiento el macho mantiene su boca abierta hasta poducir un largo ruido, ruido que es seguido por la rana.

El desarrollo larval dura entre 85 y 95 dias; las larvas se alimentan de Dicraea warmingii (especie de plana que cubre las rocas de los rápidos y rios). Los Goliat renacuajo no son más grandes que una rana común, ya que la mayoria del crecimiento lo alcanzan de los 75 a 90 dias.
Las ranas adultas se alimentan de insectos, crustaceos, peces, moluscos, mamiferos y anfibios, incluso ingieren ranas de menor tamaño.

Esta particular especie se encuentra amenazada por dos factores, el primero de ellos es la destrucción de su hábitat y el segundo, es la depredación, sí, este animal de piel verdosa granular (parte superior) y naranja-amarillento (parte inferior) y con pies y manos palmeadas, !es conciderado un manjar!, constituye una de las principales fuentes alimenticias de la población humana.

Así pues, la Goliat, la de los saltos gigantes, un animal poco común, y desconocido para muchos de nosotros, es un animal de carne y hueso, como cualquier otro.


Maryury A. Bolaños

1 comentario:

  1. Lamentable ,pero cierto; es cierta la ceguera y apatía que invade a la mayoría de Colombianos, quienes no sabemos valorar la riqueza tan grande y la maravilla de tierra que Dios nos regalo.

    ResponderEliminar